En Sevilla la zona más popular para practicar cruising es la conocida en el ambiente como Raya. A la orilla del río este espacio semiabandonado por el ayuntamiento cuenta con vistas maravillosas a los atardeceres del Guadalquivir. En bicicleta iba buscando uno de esos atardeceres cuando presencié uno de tantos encuentros sexuales en público. En la carretera, sin pudor alguno, con las prisas habituales de esos encuentros. Me dio mucha pena que el amor entre hombres tuviera que esconderse, que se crearan guetos para sobrevivir y que un espacio tan hermoso como nuestra orilla, estuviera vetada para los demás porque nosotros necesitamos escondernos dándole la espalda y el culo al río. Por eso este "Cabemos todos".
Cabemos todos
en la orilla del río.
Dos cadáveres follan
en la orilla del río.
La muerte en vida
esparce su semilla
en el alquitrán estéril.
Crecen los fantasmas
entre adelfas y gomas
de riego y de sexo.
Paso a su vera
y su mirada me hiela.
Follan cadáveres en la orilla del río.
Ando lento y reconozco
hermanos, amigos, vecinos, compañeros.
Han salido de la ciudad
buscando aliento y vida
y encuentran sexo
sin palpitos.
Quiero hablarles
pero han enmudecido
sordos a la posibilidad de amor.
Quiero limpiar la orilla del río
de preservativos
neumáticos
y miedo.
El atardecer nos regala vino
la brisa, aliento,
y el agua, tiempo.
Son para ti
y tú huyes en un orgasmo compartido en solitario.
Abre tu corazón al solaz
cálido
de tus hermanos, amigos y compañeros.
Cesa de huir
de ti mismo.
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